Si bien hace un tiempo que salió el álbum a la calle, quería dejar unas palabras para la posteridad, ya que primera y necesariamente, el disco que nos tocó en este caso no tiene que ver con el death progre que de hace mucho nos tiene acostumbrados, sino más bien estamos ante un disco que bien se puede meter en el saco de rock. Para empezar tenemos varios elementos que siempre han estado presentes en la carrera musical de la banda, solo que esta vez, la cara extrema se vio desplazada para ser sustituido por el Jazz Bluserón y el Hard Rock ochentero de bandas como Soundgarden, incluso algunos como Alice in Chains o Motorhead. Si buscabas aquí un Damnation o un Blackwater Park, estas en el sitio incorrecto.
Por lo demás, no puedo decir más que, si disfrutas mucho de este tipo influencias o incluso crees que el Death Metal apesta, este disco es para ti, pero si pensabas encontrar algo más extremo... será mejor que busques en otro sitio, Opeth ha cambiado para el gusto de muchos y el disgusto de algunos.
P.D.: no podía dejar de remarcar que la portada es ¡Horrible!, aunque algunos podrán decir que tiene su arte abstracto... no deja de ser horrible.
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