Esta es una agrupación que sigo desde hace poco, y siempre he considerado a estos rumanos como una curiosidad artística que apelan a un Black Metal bastante primitivo, poco pulido pero con unos alcances que los separan de lo que podríamos considerar Black Metal tradicional. Y no es que precisamente toquen algo progresivo o estén invadidos por el mainstream post-rockero, es mas bien una reminiscencia a un estilo mucho más... podrido. Me explico, hace unos cuantos ayeres, cuando escuche por primera vez Peste Noire, a pesar del rechazo que ocasionó en mí la primera vez que los escuche, fui poco a poco adentrándome en un estilo que, al igual que con este álbum, me parecía que transmitía un sentimiento de podredumbre que ningún álbum lograba transmitir hasta la fecha. Siculicidium (el cual toma su nombre de una masacre historica cometida en Csík-Mádéfalva, uno de los principados de transilvnia en 1764) es entonces la representación actual de ese Black Metal que, compositivamente hablando, poco o nada tiene que demostrar, salvo el pasar una tarde de copas con los amigos mientras demuestras que sabes la crème de la crème del under rumano, el cual si me lo preguntas no es una escena de la cual sepa mucho, excepto quizá por algunos nombres que se me vienen a la cabeza como Satanochio o Belzebuth y nada más. Para los que buscan un Black Metal experimental lejos de lo habitual, este material es digno para ti.
Lo bueno: Áspero pero agradable para los oídos, lejos de las etiquetas Avant-Garde, Post, Raw, True, Atmospheric o cualquier subgénero que se te venga a la cabeza. Esto es una interesante experimentación de música arcana mezclada con momentos folk muy puntuales.
Lo malo: Debido a la naturaleza del material, se pasa demasiado rápido por lo que un par de escuchas es necesaria para que puedas disfrutar de la grandeza de estos Siculicidium.
4 estrellas de 6: Decente.
Hasta la Próxima.
Arkhon.
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