Contemplad esa portada mis queridos lectores, y diganme que no evoca en ustedes ese sentimiento de frialdad y lejanía dignos del Black Metal más intenso y malvado que se pueda manufacturar en esta era. De la mano de William-Adolphe Bouguereau y su pintura Biblis, llega este proyecto ideado por el señor Harpag Karnik que es oriundo de nada más ni nada menos que de un país exótico como lo es Irán, del cual si hago un poco de memoria no conozco muchos proyectos de esta naturaleza que se hayan originado en aquel país. De hecho no hay ninguno si somos fieles a la verdad, por lo que eso ya de antemano tiene un punto a favor. Ahora bien, musicalmente hablando, el señor Harpag ha estado inspirado completamente en proyectos de la ola Cascadian, y con esto me refiero que sus influencias son claramente marcadas por proyectos como Wolves in the Throne Room o Alda, con el toque de que los momentos ambient son compuestos principalmente por acordes de piano y guitarra sin distorsión, dando un aire de tranquilidad después de la tormenta que se agradece enormemente. Así pues, este es un Black Metal rabioso con mucha calma entre medio que invita a la reflexión y a la pasividad. Déjate llevar por esa majestuosidad que evoca una de esas noches frías y permite que la pintura del señor William invada ese subconsciente. Una obra maestra de este año sin duda.
Lo bueno: Una obra que a pesar de no venir de países a los que estamos acostumbrados frecuentar este tipo de propuestas, hace un estupendo trabajo al transmitir esa sensación de desolación y vacío mediante riffs de guitarra demoledores y bellos pasajes a piano.
Lo malo: Absolutamente nada que destacar.
Tracks Recomendados: Todo el álbum es una pasada, pero si quieres empezar con algo digno, Ardour es una buena elección en el estilo.
6 estrellas de 6: Obra Maestra.
Hasta la Próxima.
Arkhon.
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